A Víctor Herrera Piggott nada le quita su sonrisa, pese a ser paciente de cáncer los últimos cuatro años. Su espíritu de supervivencia ha dejado claro el valor que tiene la vida para él; y el querer marcar la diferencia tal como lo hizo en cancha lo ha mantenido en este deporte como miembro del cuerpo técnico del club San Francisco F.C. de la Liga Panameña de Fútbol.
Este 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra la lucha del Cáncer, instaurado en el 2000 por la Organización Mundial de la Salud para aumentar la concienciación y avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.
A sus 36 años, el ex volante que jugó en Colombia, El Salvador, Puerto Rico y México miembro de la selección de Panamá campeona de la Copa de Naciones en 2009, aseguró llevar una vida normal y que con el favor de Dios ha ido mejorando.
Recuerdo: esos días que me daban mareos y estaba perdiendo peso; sabía que algo no estaba bien, pero tenía miedo acudir al médico. Al finalizar un entrenamiento en época de carnaval del 2013 con el ‘sanfra’, me sentí cansado y con problemas para respirar; tuve que ir al hospital.
Desde entonces: he vivido con leucemia crónica (cáncer en la sangre que se desarrolla en la médula ósea), siendo una de las menos peligrosas entre todos los tipos. Gracias a Dios no he requerido de quimioterapia, simplemente medicamentos.
Nunca: he juzgado o reclamado al Todopoderoso por lo que me sucedió. Dentro de todas las frustraciones que sentí en principio, no me tomó mucho tiempo en reaccionar de forma positiva y entender que se hiciera la voluntad de Dios.
Colgué los botines: al acatar la recomendación de no jugar, porque es preferible evitar hacer esfuerzos físicos de consideración. Aunque a veces participo de una que otra liga de veterano, pero como esparcimiento y sin mayores exigencias..
Agradecido: estoy con todos los que me han apoyado, en especial mi familia (Mis hijos Víctor, Zinedine, Zidane, Sneijder), amigos; sin obviar al técnico Gary Stempel, a quien cunado le mostré mi interés de ser parte del cuerpo técnico del club ‘chorrerano’ no dudo en darme la oportunidad.
Tres años: llevo de fungir como asistente de campo con el club San Francisco F.C., desde que me detectaron la enfermedad colaboro en todo lo que puedo, soy el intermediario entre el técnico Mike Stump y los jugadores. Me he ganado la confianza de ambas partes al verme como ejemplo.
Motivaciones: para seguir son muchas. Amo estar vivo y compartir con mi familia cada día. Soy feliz por seguir en el fútbol y ser fuente de inspiración entre tantos jóvenes al mirarlo a los ojos y decirles que hay dar lo mejor hasta el final.
Favorable: ha sido la evolución de esta enfermedad, pues en los inicios tenía cita todos los viernes, a estas alturas el panorama es mejor y ahora voy cada tres meses. En el último examen los resultados demostraron que esta dolencia ha ido bajando.
Mis pretensiones: son ser técnico del San Francisco F.C., claro está que debo capacitarme y prepararme, ya he tenido intervenciones con categorías menores.
Fútbol en la sangre: es una pasión que inicio con mi abuelo, luego mi tío Pércival, seguí yo y continúa con Romario y Josimar. Mis hijos por ahí van también.
Enorgullece: los nuevos tiempos que vive la selección nacional, donde la ilusión de ir al mundial sigue latente.
Lamentable: es que la Liga Panameña de Fútbol todavía no despega en su totalidad, falta de canchas, estadios vacíos, entre otras adversidades conocidas.
Aconsejo: a los jugadores de la LPF que se cuiden, nada de estar jugando en ligas de barrios. Sean agradecidos y humildes con las oportunidades que se les da.
Quisiera: que me recuerden como una persona alegre y apasionada por el fútbol