Bajo un ambiente de satisfacción total culminó este viernes el curso FIFA de Administración de Equipos Profesionales, dictado por el español Javier Lozano con amplia trayectoria en la gestión deportiva y enriquecido palmarés como técnico.   

Fueron cinco días de capacitación, en la que se trataron temas de, marketing, comunicación, patrocinio, plan de negocio y estratégico, por mencionar algunos de esta actividad organizada por el Departamento de Desarrollo Técnico de FEPAFUT.

La vocación de instruir quedó demostrada en este instructor FIFA, que desde 1998 imparte sus conocimientos, respaldados con sus experiencias al más alto nivel como presidente de la Liga Española de Fútsal, como jugador y técnico (dos títulos de la Copa Mundial de Fútsal de FIFA). 

En platica con Fepafut.com, Javier Lozano, destacó ciertas evaluaciones y reflexiones sobre su participación.  

Interés: de aprender fue lo que me demostraron los participantes del curso. Eso me identificó.

Avances: he notado desde la última vez que estuve en Panamá hace dos años. Gente más preparada y participativa, con exposiciones interesantes de acuerdo con su escenario.

Formación: es lo ideal en toda gestión. El sentido común y la honestidad marcan diferencias en toda propuesta; sin obviar, la planificación, marketing y demás conocimientos.  

Equilibrio: es fundamental en el desarrollo de la gestión deportiva, en mi caso tengo la ventaja de haber estado en distintas facetas que amplían mi visión, pues sé que se siente de jugador, técnico y administrativo.

Las mujeres: deben ser aceptadas en la gestión deportiva. Aquí participaron varias de buen nivel. Son muchas las damas exitosas.

Estemos claro: que el hecho que alguien haya sido buen jugador no quiere decir que tenga la habilidad para cuadrar un balance o definir un plan de compras eficiente. Pero si se capacita en estas áreas puede sacar ventajas.

Se puede: ganar partidos y títulos sin gestión, porque el fútbol es así de generoso. Pero, establecer un proyecto sólido en el tiempo solo se logra con buena dirección, y al lograr eso, la posibilidad de estar entre los mejores es mayor. Que el triunfo no sea como causa sino como consecuencia.