El sueño de todo futbolista es brillar en los grandes momentos de un partido o competición. El capitán de Panamá, Román Torres, puede considerarse afortunado, dado que para él, ese sueño se ha hecho realidad en más de una ocasión.
En diciembre de 2016 se convirtió en el héroe del Sounders de Seattle cuando su decisivo lanzamiento en la victoria en los penales ante el Toronto FC otorgó al club su primer título de la MLS.
Saltamos al 10 de octubre de 2017, una noche agitada en los preliminares de la zona de la CONCACAF. Torres dio la campanada con un espectacular gol tardío en el triunfo por 2-1 de Panamá en casa contra Costa Rica que, ayudado por los resultados del resto de la jornada, permitió a los Canaleros conseguir la primera clasificación de su historia para la Copa Mundial de la FIFA™.
Rebosante de orgullo, el jugador, de 32 años, rememoró esos instantes con un cariño enorme. "Lo disfruto. Lo disfruto muchísimo", aseguró nuestro protagonista a FIFA.com. “Dios me dio esos momentos y yo puse el máximo esfuerzo para estar ahí. Esos sacrificios me hacen desear esos momentos".
Pese a que no fue consciente inmediatamente de la importancia de su diana en el estadio Rommel Fernández, la noticia le llegó al alma tras el pitido final. "Cuando mis compañeros me dijeron que nos habíamos clasificado directamente para la Copa Mundial, me volví a quitar la camiseta, comencé a llorar y me puse a celebrarlo con la afición panameña", explicó Torres acerca de aquella memorable noche en la capital de su país.
"Habían esperado tantos años para ver ese momento, para tener esa alegría de ver a la selección panameña ir a una Copa Mundial".
El efecto Gómez
Si bien es cierto que en el pase de Panamá para su primer Mundial hubo una cierta dosis de buena suerte, su plaza en Rusia 2018 se considera el logro de una talentosa generación de jugadores que ha madurado bajo la influencia del experimentado entrenador Hernán Darío Gómez.
El Bolillo, que es uno de los dos técnicos que ha clasificado a tres países distintos para la Copa Mundial, lo sabe todo sobre la gran cita tras guiar a su país, Colombia, y a Ecuador hasta Francia 1998 y Corea/Japón 2002 respectivamente.
"Lo cierto es que se trata de un entrenador que siempre quiere ganar, que siembre busca un desafío", dijo Torres de Gómez. "Cuando llegó a Panamá, sabía que le esperaba un reto importante, teniendo en cuenta que Panamá nunca había participado en una Copa Mundial y viendo el estado de las infraestructuras. Creo que su visión, así como su experiencia a la hora de llevar a otras selecciones a la Copa Mundial, dio a nuestro equipo la confianza en él para llevarnos allí".
Bautismo de fuego
A medida que crecen las expectativas por el debut de Panamá en la gran fiesta del fútbol, Torres y los suyos son muy conscientes de la tarea que les espera en Rusia. Encuadrada dentro del Grupo G, los centroamericanos abrirán el baile con Bélgica en Sochi el 18 de junio, antes de verse las caras con Inglaterra en Nizhny Nóvgorod seis días después, para concluir la primera fase contra Túnez en Saransk el 28 de junio.
A pesar de la categoría de sus rivales, Torres cree que los Canaleros pueden dar la sorpresa. "Nos ha tocado un grupo muy bueno y tenemos que abordar los partidos con la mentalidad de que nos enfrentaremos a oponentes muy importantes con jugadores muy importantes", apuntó. "Nuestro objetivo es jugar bien y superar la fase de grupos. Creo que si Costa Rica pudo hacerlo, ¿por qué Panamá no va a poder hacerlo también?".